El próximo 11 de noviembre se produce un evento sin precedentes en la historia de la Tierra: la activación de los códigos de luz del alma.
Somos seres de luz habitando en un cuerpo humano. Somos almas que, un día, abandonaron la Fuente original para venir a vivir una experiencia en la Tierra. Una experiencia que nos volvería más sabios, que ayudaría a nuestra propia expansión como seres de luz y, por lo tanto, a la expansión del Universo, del que todos formamos parte.
Al igual que las células de nuestro organismo se unen para formar la unidad del total, nosotros somos las células que formamos el Universo. Por eso es de vital importancia que recuperemos la unidad y caminemos hacia el mismo propósito. Porque, al igual que se originaría un caos en nuestro organismo humano si nuestras células decidieran caminar de manera independiente, cada una hacia su lado, una parte del Universo se halla en caos si nosotros no caminamos unidos en pos del bien común.
Durante todo el día de hoy está abierto el portal 11-11-11. La unión de estos tres números maestros posibilita una apertura sagrada, un momento muy esperado por los seres humanos, incluso por aquellos que no recuerdan su origen, porque incluso ellos están conectados con la Fuente y forman parte de ella.
Durante todo el día de hoy se está produciendo la entrada de las energías que posibilitan la activación de los códigos de luz del alma, de todas las almas. Estos códigos de luz nos van a permitir recordar quiénes somos y para qué hemos venido y, al mismo tiempo, nos ayudarán a despertar las capacidades que permanecían dormidas.
Es imprescindible en este día la conexión con el corazón, que es la morada del alma. Es a partir del corazón desde donde se va a producir la activación en nuestro cuerpo físico. La entrada de luz en el alma va a posibilitar también la transmisión de esos códigos de luz a nuestra sangre y, por tanto, la unión entre lo divino y lo humano. Eso es lo que se está produciendo durante todo el día de hoy: la unión entre lo divino y lo humano.
Las meditaciones de Luna llena de ese día que se realizan en todas partes del mundo, estarán destinadas a fomentar el recuerdo y a recuperar las capacidades dormidas.
Los códigos de luz del alma son aquellos parámetros iniciales que el alma imprimió en su ser en forma de luz, para que hoy se activaran gracias a la entrada de esta energía; para que, llegado el momento, todas las almas despiertas en la Tierra pudieran emprender finalmente su camino. Con fuerzas renovadas, con convicción, con amor y confianza en sí mismas, en el ser humano en el que habitan y en el plan global que a todos nos está llevando de regreso a la Unidad.
Somos almas benditas. Somos partes diminutas de Dios. Diminutas, pero no pequeñas. Diminutas en tamaño, en comparación con el tamaño del Todo, pero grandiosas en esencia, porque la luz que todos llevamos en el corazón, el alma, es una chispa de Dios, de la Fuente. No importa el nombre con el que lo designemos. Es el origen. Es la verdad que todos compartimos y que todos, hoy, en algún instante del día que transcurre, vamos a recordar.
Namaste!!!